Lic. Armando Berrones
Poco a poco se va desgranando la granada electoral. Los precandidatos a la gubernatura de Tamaulipas ya se asoman con sus propias visiones de gobierno y con la encomienda de hacer que trascienda la marca sin tocar intereses soterrados y evidentes en la comunidad política. Las imposiciones disfrazadas de democracia al interior de los partidos políticos están claras. Por el colectivo Va por Tamaulipas, que lo acompañan PRI y el PRD, el Truco, César Verástegui, fue el señalado y se le ordenó garantizar la impunidad y soberanía de la familia del jefe del Ejecutivo estatal, el desgobernador Francisco N que como buen jugador ha sabido poner sus piezas en ristre para retener al precio que sea la magistratura del estado y que sus trafiques, negocios y lame-escrotos no sean marginados. Que las aduanas y los quereres fronterizos no se pierdan, por ello mandó al único que obedecerá mansamente.
Caso lamentable y compadecible el de Chucho Nader que lo encuerdaron para buscar nominación del PAN y le dieron con la puerta en las narices, además de sobajarlo a ser el barrendero de Tampico... Para que brille esplendorosamente!!! Sólo lo entusiasmaron con esos estudios de opinión, de pago por lamer, para que apareciera como uno de los mejores alcaldes. No basta limpiar la ciudad, hay que crear empleo o promover condiciones para que florezca y no sólo mis negocios… sin respetar la pandemia!!!
Me queda claro que el Truco es más de lo mismo: criminalidad, despojos, raterías, discursos huecos, nepotismo, impunidad, torcimiento de leyes, persecución de enemigos políticos, rastrerismo, incapacidad, negocios turbios, agachismo, entre otras lindezas más, lo que se condensa en : rapacidad y autocratismo punible y desvergonzado.
Por el tinglado de los Morenaicos no pudieron hacer mejor ridículo que elegir vía dedazo a su precandidato el Dr. Américo Villarreal, elemento que ganó en unas encuestas patito y hechas a modo del cliente que no convencieron a nadie y el botón de muestra fue la exalcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, quien fiel a su ambición inacabable y mugrosa, impugnó la elección y de nada valió, pues siguió la imposición del líder de Morena, Mario Delgado. Por cierto, en la elección pasada en Nuevo León, este dirigente impuso a Clara Luz Flores, 2 veces alcaldesa de Escobedo, de cuño priista al mil por ciento, y que abandonó su matrix para contender por gubernatura con 20 millones de pesos de por medio entregados por su marido, Abel Guerra a este líder charro… esto se ventiló en columnas políticas en la Sultana del Norte y nadie osó desmentir. Claro todo fue presuntamente a cambio de que nadie más le hiciera sombra a su consorte. Y pues ya todos conocemos el resultado: Una derrota infame, una campaña estúpidamente manejada por los magos del marketing político que exhibieron su inane capacidad… una gollería para los que le saben al ajo. Cabe la posibilidad de que se repita el crismazo de Nuevo León, porque a Morena lo persigue el fantasma del Carmonazo, el empresario asesinado en Monterrey y de quien se afirma ayudó a los distintos aspirantes a las alcaldías de Tamaulipas con dinero presuntamente producto del huachicol y de sus negocios en una constructora que, dicho sea de paso, también fue proveedora del gobierno de Cabeza de Vaca, o sea, que bien que lo conocían en ese feudo. Total, como dicen en el rancho: “tan malo el pinto como el colorado”.
El que estas líneas pergeña tenía el buen deseo de que se acabara con la caterva de maleantes que en los últimos años han mal gobernado a esta entidad, incluido el actual; no obstante, se quedará en un caro anhelo.
Dicen los alemanes: Es ist besser, den kurzen Schmerz der Wahrheit zu erleben als den ständigen Schmerz der falschen Hoffnung.
Es mejor experimentar el breve dolor de la verdad que el constante dolor de la falsa esperanza.
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@ArmandoBerrones