viernes, 7 de marzo de 2014

MOROSIDAD POLÍTICA



Entre los múltiples indicadores que muestran el desempeño económico de un país o nación se encuentra el relativo al crédito hipotecario, pues además de reflejar la bonanza o precariedad de los ciudadanos, en términos de capacidad de pago,  define que se está haciendo a nivel de políticas públicas.

Nuestro país enfrenta actualmente serios problemas como la inflación incontrolable, el estancamiento de la actividad productiva(NULO CRECIMIENTO) y el constante deterioro del poder adquisitivo de dinero, sin prescindir del desempleo que no termina de apuntalarse.  Ante este panorama, algunos analistas señalan que existe un riesgo potencial de caer en la pesadilla de una devaluación como la ocurrida en 1994, en los tiempos del rey Carlos, quien encaminó por la senda de la política al actual inquilino de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, si no se superan los lastres que impiden el crecimiento.
Me llama la atención el dato que se publica en la prensa, dice la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que “el segmento de crédito de vivienda al cierre de enero de 2014 conformó el 17.1 por ciento de la cartera total de créditos alcanzando un saldo de 518 mil millones de pesos al pasar de 2.61 por ciento a 3.42 por ciento”.

Abunda en que, “no obstante, la cifra de quienes dejan de pagar su crédito hipotecario también creció al contemplar un Índice de Morosidad (IMOR) que pasó del 3.45 por ciento a 4.0 por ciento, lo que significó un incremento en su IMOR de 0.59 puntos porcentuales comparado con el mismo periodo de 2013.

Fue el segmento de vivienda de interés social el que tuvo un incremento más fuerte en cuanto a personas que cayeron en impago, al registrar un acumulado anual de 2.03 por ciento en su cartera vencida”.

Ante ello cabe una lectura política: la gente no tiene para pagar sus viviendas; ¿come o cubre sus obligaciones? Peor aún, si no se cuenta con un salario, un trabajo bien remunerado, cómo se puede aspirar a algo? Muchos políticos afirman con absoluta seguridad que con las leyes secundarias que contienen las reformas estructurales, los fantasmas del pasado serán exorcizados; sin embargo, esa postura es tan tecnócrata, infantil y cruel, puesto que habría que buscar otros esquemas para sobreponerse a los embates del exterior… y uno de ellos es justamente la desaceleración económica de EU. Su política monetaria es ahora menos expansiva, por lo que no hay que abrigar muchas esperanzas a corto plazo. Por tanto, es menester apostarle al mercado interno, fortalecerlo, impulsarlo suficientemente para generar un crecimiento sostenido y general. 

Desde luego también buscar la diversificación de los ingresos en el gobierno e incrementar el gasto público, evitar los torpes subejercicios del Presupuesto, entre otras.

Sin caer en el derrotismo, ¿se podrá lograr eso con una reforma fiscal que atenta contra la planta productiva y laboral? , que depaupera a los ciudadanos, quitándoles recursos vía más impuestos?... la prueba más evidente son el titipuchal de amparos que se han presentado ante las instancias federales para anular la carga tributaria tan pesada.

Sin duda que es un tema para seguir analizándolo desde distintas aristas. No debemos olvidar que toda economía precisa de ahorro, inversión y consistencia en el tiempo. Lo demás son puras cantinfleadas.

@ArmandoBerrones
www.asesoriaeditorial.blogspot.mx



martes, 4 de marzo de 2014

GUSANOS DE MAGUEY



Si hay algo que identifica a la clase política de Tamaulipas y desde luego, la nacional es aquello que se conoce como la indiferencia… pero… qué dice la Real Academia al respecto, veamos:
“sentimiento o postura hacia algo o alguien caracterizado por no ser ni positivo ni negativo, intermedio entre el desprecio y el aprecio; y relacionado con la apatía”, esto es, como dijera aquel político de innombrable memoria: ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario.
Asumo este reclamo, simple y sencillamente por la falta de resolución de los problemas más agudos en la entidad, los cuales mantienen postrada a la sociedad en la ingenua esperanza de que la parvada gubernamental hará algo.
En Tamaulipas, la carencia de inversiones, la inseguridad latente y manifiesta, lindante con un estado de derecho insostenible, la apatía de los que debieran servir y no servirse de los ciudadanos contribuye de manera deplorable a que el escenario actual y venidero no sea del todo agradable y digo de aplaudirlo. Está claro que el grupo en el poder lo único que le interesa es llenarse los bolsillos de plata, robar con todas las de la ley y sostener esa postura ensoberbecida del  “chinguetas” para mirar a los otros por debajo del hombro.
Claro que cuando se acercan los caballeros del Poder nacional, los reciclados priistas, los de aquí guardan sus posiciones y se arrastran cual gusanos de maguey  con tal de mantener sus privilegios intactos y seguir en la depredación oficial con cargo al erario. Después de que se retiran de la entidad vuelven a las andadas y resulta que aquí no pasa nada, todo marcha en franca recuperación. Deponen su genuflexa posición y levantan la mirada.
Lo cierto es que a más de tres años de un gobierno gris, infame y ahíto de promesas, nada se ha mejorado, todo sigue empantanado en materia de transparencia, rendición de cuentas, impunidad, “latrocinios legales”, corrupción y le paro porque la lista resultaría interminable, cual larga la cola de los politicastros, asaltantes del poder.
Lo que en este momento está en juego es saber quiénes saltarán a la arena política para buscar la candidatura del partido y con ello suceder al gobernante actual, Egidio Torre Cantú. Eso es lo único que le importa a la plaga burocrática, porque es más que evidente que este sexenio ya se acabó… si es que alguna vez empezó.
Sé de buena fuente que el robadero está a la orden del día en las estructuras gubernamentales, el dispendio y la extravagante tontería, ocupa el tiempo de la clase política, por lo que no hay mucho que pedirles a estos presupuestívoros (¡No te acabes, erario!) a menos que queramos seguir siendo olímpicamente ignorados.
Dirán en descargo a sus pillerías, que se invierte en infraestructura social, educativa y en otros ámbitos; no obstante, basta con una mirada inquiriente para detectar que son proyectos sexenales orientados a sus familiares y epígonos.  ¡Que todo quede en familia!

@ArmandoBerrones
www.asesoriaeditorial.blogspot.mx
Algoritmo Comunicación




 




PUSILÁNIMES ELECTORALES

Por Armando Berrones La crisis hídrica que se vive en la zona sur de Tamaulipas pone en evidencia lo inútil, lo insensible y el valemadr...