VIVIR EN COAHUILA... TIENE SUS BEMOLES

POR ARMANDO BERRONES/PARTEAGUAS


La hermosa ciudad de Saltillo, envuelta en ese manto colonial, con edificios de cantera rosada, sus monumentos, el teatro Fernando Soler, el clima agradable con temperaturas que rondan los 15 grados en la mañana y por la noche, es marcadamente un mundo aparte, si se compara con Monterrey.

A 90 kilómetros de la Sultana del Norte, su dinámica social y económica tiende a diferenciarse notablemente. En el terreno industrial es singular, pues el cluster automotriz por excelencia se encuentra aquí , que hay que decirlo, supone el epicentro de su desarrollo económico. Más del 80 por ciento de las industrias que se hallan ubicadas en el sureste del estado atiende al sector automotriz. Su escasa diversificación la pone muchas veces en serio predicamento ante la crisis financiera como la que se vive en la actualidad. De ahí su urgencia por atraer más y mejores inversiones a la zona para esparcir los empleos que disminuyen todos los días. Hay contados esfuerzos del gobierno por captar más industrias; lo demás y que se oye en los medios de comunicación son simplemente buenos discursos.

Huelga decir que las industrias que llegan o están en la entidad son apapachadas por el Gobierno de la Gente, vía apoyos económicos, reducción de impuestos, apoyo de becas de capacitación para empleados o posibles empleados, todo en aras de que se queden aqui y se amarren contratos; sin embargo, la realidad cruda y despiadada la viven los trabajadores y operarios que reciben salarios de hambre. Con sólo echarle un vistazo al tabulador salarial o sencillamente conversar con los trabajadores bastaría para corroborar lo anterior. No hace mucho la escritora Noreena Hertz, señalaba en uno de sus libros más importantes "EL PODER EN LA SOMBRA", la forma en que las multinacionales manipulan y brindaba una explicación tan novedosa como alarmante de nuestra forma de vida y de quién nos gobierna en realidad, demostrando cómo presionan las empresas a los gobiernos a través de cualquier medio a su alcance, legal o ilegal y cómo las empresas usurpan en gran parte del mundo las responsabilidades del Estado. ¿Estará pasando algo semejante aquí?


En el contexto social, trabar amistad con los saltillenses es enfermizamente complicado. La mayoría es tradicionalista, desconfiado y herméticamente cerrado. Habida cuenta de que están siempre a la defensiva, tienen miedo de abrirse, como diría Octavio Paz, que el mexicano no puede ser "rajón", sólo le está permitido a las mujeres, quienes han sido descritas con gran tino por el finado escritor. Desde luego hay excepciones como en todo.

Aunado a esto, para el ejercicio de mi trabajo, me he encontrado con la cerrazón sui generis de los irresponsables de Comunicación Social, que se encargan de quitar los golpes al Gobernador Humberto Moreira, que dicho sea de paso, es un político entrón, incontinente verbal y con una proclividad hacia la mentira y simulación. Tiene comprada a la prensa, existe un favoritismo maquiavélico con su amigo Roberto Casimiro González, propietario del canal de televisión RCG, el cual transmite sus pésimos noticieros a todo el Estado. El amasiato con los seudoperiodistas críticos, entre los que puedo decir se encuentra el conocido CATON, entre otros que la hacen muy bien, en eso de la proclama libertaria, de que El Gobierno de la Gente está haciendo un trabajo ejemplar y que el hermano del Gobernador y toda su parentela, que está en la nómina oficial, podría ser un buen político para los coahuilenses.

A casi un año de encontrarme por estas tierras moreiristas, advierto que no se mueve nada, sin la venia del Gobernador y me refiero a los de la IP, los diputados, activistas politicos, empresarios, trabajadores, burócratas, todo, absolutamente todo, lo controla el Estado. No hay libertad de prensa, la democracia es una simulación, el Gobierno pone a sus súbditos en puestos clave sin que haya alguien que cuestione esos enrroques. Todo mundo vive esperando su "chayote", su buena tajada y particularmente el visto bueno de la Familia Moreira. En otras palabras, hay una dictadura blanda y convenenciera. Mientras esté bien con el jefe, lo demás me vale gorro, esa es la sensación que queda cuando hablan los parasitarios burócratas. No hay convicciones, mucho menos, dignidad.

http://www.el-universal.com.mx/columnas/75565.html
www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=0&nta=57714
http://www.youtube.com/watch?v=luV48yBKHkU&feature=PlayList&p=8195AA9A8B41B19A&index=70
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=764046

Continuaré...