Armando Berrones
El Senado de la República
reactivará formalmente la discusión de la reforma política en una reunión de
los seis coordinadores parlamentarios prevista para este mediodía.
La idea de la convocatoria es
insistir sobre los cambios sustantivos que se requieren para que el país
aproveche mejor sus recursos humanos, financieros y desde luego premiar a los
pilares políticos que hagan bien la tarea. Por lo menos, esa es la intención
manifiesta del PAN.
Se busca el consenso sobre la
reelección legislativa, con lo cual se enriquecería la cultura política y
parlamentaria de nuestro país, según dicen. No obstante, se sabe que eso sería
más que un avance, una forma legitimada de no separarse ni de chiste del coto
de poder y del erario.
Además de discutir los
criterios de reconducción presupuestal, se volverá a plantear la iniciativa de
establecer instrumentos para cambiar el sistema político en relación con lo que
se conoce como los gobiernos de Coalición.
Lo cierto, desde mi punto de
vista, es que harán lo necesario para lograr un punto de acuerdo en cómo
trabajar de la mano para que las cosas cambien y se queden como están, ya lo
decía don Jesús Reyes Heroles….o todo lo contrario.
Las convicciones ideológicas
y la doctrina política pueden ser prescindibles cuando está en juego muchos,
pero muchos millones de pesos. No cabe duda que el poder político quiere seguir
medrando a costillas de una sociedad que está alejada de alguna suerte del
epicentro de las decisiones estratégicas de este país.
Ojalá entiendan los
legisladores que su función es estrictamente social, que deben rendir cuentas
de sus acciones, que no pueden estar ni seguir amparados por los amigos del
gobierno y sus compinches.
Y LA TENENCIA, APÁ?
Ya en el estado se levanta
fuerte la voz en torno a la llamada tenencia, la cual quedará derogada en este
año por el orden federal. Como se sabe, el gobierno estatal sigue analizando la
posibilidad de crear un impuesto sucedáneo al mencionado, pues son 600 millones
de pesos que dejarían de entrar a las arcas y vaya que se necesitan para
modernizar la infraestructura y destinarlos a la asistencia social en las
comunidades alejadas de la entidad.
Al respecto, la bancada
panista en el Congreso del Estado, en la voz de uno de sus integrantes, Leonel
Cantú, está exigiendo como en su momento lo hizo el mismísimo Lucino Cervantes
Durán, que el gobierno se ajuste el cinturón, que le baje a su gasto corriente
y se eliminen algunas dependencias.
El legislador ha dicho que
esa sería una buena opción para evitar que los tamaulipecos paguen más
impuestos.
El reynosense es claro: No a
la tenencia y sí, a mejorar los sistemas de recaudación fiscal, que allí está
el meollo del asunto. No se puede dar, lo que no se consigue vía acciones
concretas.
Veremos cómo las autoridades
resuelven ese tema espinoso que seguirá en el aparador político durante los
próximos meses…
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