martes, 25 de abril de 2017

REELECCIÓN: SUEÑO GUAJIRO


Cuando la clase política promete y desea aparecer ante la opinión pública como garantes de la transparencia y la honestidad acrisolada, es menester tener tiento y tiempo para no caer en el garlito de sus almibarados discursos.

Sus miembros son demasiado astutos e innobles como para que nosotros, gente del pueblo, cansado de sus tropelías, podamos irnos de espaldas a las primeras de cambio.  La depredación institucional es inherente a su genética y visión política, no tienen recato y mucho menos conciencia de sus actos abominables (raterías, colusión e intimidación caballerosa).

Un botón de muestra:
Cuando el actual alcalde de Matamoros, Jesús de la Garza, tomó protesta, se comprometió a sacar a la ciudad de la inacción en la que se encontraba, limpiar la mugre y acabar con el abandono de las calles cubiertas de cieno.

Además,  entre sus principales retos, mencionó, fue que resolvería los problemas de la Junta de Aguas y Drenaje, incluso aventuró a decir que conseguiría recursos y es fecha que nadie sabe dónde fueron a parar 800 millones de pesos que tienen postrada a esa paramunicipal.

 “Otra de las peticiones más comunes son los problemas en la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros por lo que me comprometo a buscar recursos a fondo perdido ante el Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank) y sanear las finanzas de esa paramunicipal”.

Lo más deplorable del asunto es que ese dinero será pagado por los usuarios y quienes no acepten conocerán el supremacismo del municipio en la aplicación de sanciones. Simplemente : pagas o pagas. El poder lo tengo yo.  Tengamos presente, amables lectores, que no se debe mezclar la mayonesa con la magnesia, porque es fácil utilizar términos financieros para desviar la atención. 

Una cosa es la incapacidad para abatir la cartera vencida, esto es, la deuda de los usuarios y otra es el descarado robo de los recursos… por cierto, los que más deben según consta en la prensa, son políticos y empresarios.  O sea, cómooo?

Habría que pedir cuentas al edil en turno, porque a la fecha su labor – seis meses- es más que mediocre: No hay obra pública, la seguridad es una quimera, la generación de empleos aunado a la atracción de inversiones es nula.  La corredera de gente de la anterior alcaldesa continúa, se suponía que la idea de esta acción era ahorrar recursos para invertirlos en obras sociales, no obstante es puro jarabe de pico. Los súper asesores siguen chupando el mermado erario y el pan y circo aún no termina.

Medio año es mucho tiempo, más aún cuando le quedan a Chuchín escasos meses para tratar de sostenerse y reelegirse en el cargo para el próximo año. 
Debe apurarse y conseguir dinero aunque sea debajo de las piedras, si no quiere quedar en el ya merito. De ahí que se reúna con los legisladores federales para pedirles su intercesión y que le lleguen los dineros, porque santo que no se ve, no se le rinde reverencia.

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@ArmandoBerrones

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