Cuando mis amigos colegas me preguntan qué identifica a nuestra clase política de
Tamaulipas, suelo contestar que una frase del escritor español Noel Claraso es pertinente para explicar y sobre todo, dar una puntual respuesta:
“Un hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas”.
Efectivamente y de cara al proceso electoral que vivirá la entidad el 7 de julio, día en que se elegirán a los 43 alcaldes y los 36 diputados que conformarán el congreso, es conveniente hacer una reflexión y que considero de extrema importancia al momento de emitir el sufragio, pues los aspirantes políticos tienen una trayectoria, un pasado reciente y en consecuencia, una responsabilidad que en muchos casos no han cumplido a ciencia y paciencia, por su prurito inacabable de alcanzar otros puestos de elección popular que contribuyan a mantenerse en el erario y no rendir cuentas a nadie de su proceder, excepto al dedo flamígero que los ungió.
El escritor no se equivocaba en su percepción, porque no me diga usted, amable lector, que las anteriores administraciones de Yarrington y Eugenio Hernández se distinguen por sus afanes sociales y mejor aún, su interés por el pleno Estado de Derecho. Está más que visto que éste fue sólo parte del discurso, que no aterrizó en los hechos palpables.
Huelga decir que ahora en la búsqueda de nuevas formas de saqueo, hay gente que fue cómplice de todos los trafiques de la anterior administración y que ahora sin ningún empacho quieren seguir enquistados en la estructura, absorbiendo los recursos que se destinan a programas de atención ciudadana.
Políticos como Ramón Garza Barrios, Gustavo Torres Salinas, Arturo Diez Gutiérrez, Felipe Garza Narváez, Sergio Posadas, entre otros, quienes apoyados en estos personajes de no muy buena reputación, buscan con denuedo asirse de una posición, en la cual puedan ejercer su poder de veto a los enemigos y cobijo a los depredadores.
El nicho congresal, al igual que los medios de comunicación, que son casi todos, sirven y ha servido para apuntalar candidaturas y gente, que vendrá a cubrir las apariencias y por más leyes que se hagan, éstas siempre encontrarán obstáculos, porque… primero es la chuleta, mis negocios y después, el interés público.
¡Viva la simulación!!!
ESCORRENTÍAS
Precisamente, hoy en la prensa, Ramiro Ramos Salinas, dirigente del PRI estatal, negó que la designación de Leonel Tavares Flores sea una imposición para Soto La Marina. Por el contrario, argumentó que los candidatos serán de unidad y en este caso en particular, se respetaron los acuerdos.
“Es propuesta de PRI -PANAL, es de unidad”.
Sostuvo que en otros municipios como Miquihuana, Abasolo, Villa de Casas, todo marcha bien y el domingo se hará el registro y el subsiguiente, las votaciones.
Veremos si al líder no se le sale el asunto del control, porque las inconformidades están arreciando y tal parece que no habrá forma de pararlas.
Pendientes.
www.asesoriaeditorial.blogspot.mx
