Lic. Armando Berrones
Señalaba cómo se difunde éste través del discurso político y representan sistemas de dominación con límites y competencias claramente definidas.
Busca ser, al tiempo, supremacista con el no consentimiento del vulgo, antes bien, aspira a ser correspondido con la concesión cultural y diversa de la sociedad.
En el intríngulis de la política cabe recordar también a Weber, quien disertaba sobre el poder al referir que era la capacidad de influir de una persona en un entorno sociocultural, pero primordialmente de “doblegar la voluntad” del gobernado para su imposición ineludible.
¿Qué estará pasando en Tamaulipas entre la clase política que quiere seguir medrando y enriqueciéndose sin pudor al amparo del poder . Baste ver quiénes participan en la contienda y cómo anda el tráfico de influencias, el nepotismo, la desvergüenza, el uso discrecional del presupuesto público, las traiciones, las apariciones, amén de los escasos resultados que se ofrecen en cualquier rubro.
La política, siempre lo he dicho, permite servir a los ciudadanos y no aprovecharse de sus vulnerabilidades y hacer negocios; al contrario, debería ser solvente y estar al servicio del mandante. Eso de que el pueblo pone y el pueblo quita es populismo rancio.
Esa inane pretensión de establecer el segundo piso de la Transformación en la entidad es solo un perverso objetivo de generar un pensamiento único e incontestable. La terca realidad se
impone siempre sobre los desplantes y arrebatos del poder.
Veamos unos botones de muestra: en la zona sur de Tamaulipas, el grupo de Chucho Nader ya está en camino, eligió a Rosa González para que le ponga candado a la información de su gobierno, a Pepe Schekaibán y otros adláteres; Desde el 15 Hidalgo, el gobernador ordenó e impuso a su hermana Mónica para ser candidata a la alcaldía de Tampico; en Madero, el impresentable Erasmo González se autoimpuso con el apoyo de su amigo Mario Delgado como candidato a la comuna y bajó de la contienda a Adrián Oseguera.
En Altamira hay esbozos y acciones para tratar de erradicar del poder a Armando Martínez, quien desea reafirmar su reino otros 3 años .Enfrente, el grupo opositor encabezado por Miguel Gómez deberá ser más ingenioso y meterle plata a la campaña, pues las elecciones se ganan con recursos. Adicionalmente, imperativo es que logre fijar estrategias de éxito más sensibles, de gran calado emocional y no solo almuerzos y visitas pueblerinas.
En suma, todo sea por el poder de mandar, doblegar voluntades e imponer caprichos. Bien decía Kant “ la santidad no es de este mundo”.
Seguiré comentando en torno a estas andanzas.
armandoberrones@gmail.com