Por Armando Berrones González
Con los cambios en la ley aprobados por la legislatura
anterior, los alcaldes y los supuestos representantes del pueblo (regidores y
síndicos y quienes dicho sea de paso, cobran la módica cantidad de 25 mil pesos
mensuales, deberán ponerse las pilas
para demostrar que cumplen con su labor con atingencia, honestidad y de cara a
los ciudadanos.
Y es que, como es sabido, el próximo año estarán en la
posibilidad de reelegirse junto a su mentor el alcalde en turno, esto de acuerdo a lo que establece la Reforma
Político Electoral que rige en Tamaulipas.
Las nueva regla, digamos que se está imponiendo a los
aspirantes a repetir, es que tienen la obligación de presentar resultados, que
no excusas de su participación en las reuniones de cabildo, además de que
precisan ser impulsados por el mismo partido que los catapultó a la posición
que guardan en la administración municipal.
El ex dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional,
Ramiro Ramos Salinas, sostiene lo anterior y agrega que “el artículo 223 de la
Ley Electoral de Tamaulipas: “Los partidos políticos y coaliciones tendrán
derecho de solicitar el registro de candidatos a elección popular, con
independencia del derecho otorgado a los ciudadanos en lo individual…”.
Afirma que “los alcaldes de todos los partidos
seguramente van a buscar la reelección, va a ser muy raro que un alcalde diga
‘yo no voy a la reelección’, pero hay un requisito que pusimos cuando hicimos
la Ley Electoral, que tendrá que postularlo el partido que lo postuló
originalmente”.
El político priista señala que “los actuales
funcionarios municipales deberán de solicitar licencia a su cargo 90 días antes
de la jornada electoral, es decir, hasta el 2 de abril”.
El que escribe las líneas en su recorrido por los
municipios de la geografía tamaulipeca, jamás ha visto que los regidores sean
una fuerza opositora real a los proyectos que presentan los alcaldes, peor aún,
están convertidos en comparsas parasitarias y convenencieras absolutamente. Se
dedican a levantar los dedos y aprobar cuanta locura se les ocurra a los
munícipes. Es inconcebible tanta
mediocridad. La principal razón de ser de
estos vividores del erario es precisamente evaluar
y vigilar a los ediles. Sin embargo, se hacen los despistados y negocian
posiciones políticas y desfalcos.
Pero ahora analicemos cuáles son las funciones de un
alcalde : Tratar de mantener la
localidad o ciudad en buen estado en cuanto a limpieza, poner y arreglar
semáforos, arreglo de calles y veredas, iluminación de la misma, creación de parques
y lugares al aire libre, vigilancia (cámaras de seguridad, policías), entre
otras.
Dicho lo anterior, los ciudadanos debemos tener claro
quiénes son los que trabajan y quiénes
le hacen a la pantomima. El tiempo nos dará las pistas para tomar decisiones en
las urnas.
Email: armandoberrones@gmail.com