Como un
signo apocalíptico que convive con nosotros desde tiempos inmemoriales, la
pobreza extrema es una de las asignaturas pendientes de todo gobierno.
Particularmente de quienes tienen la obligación legal y moral de velar por el
desarrollo social y económico de los conciudadanos.
Dicen muchos
y creo que aciertan, que los gobiernos en turno, de cualquier filiación
partidista y del nivel que usted amable lector les confiera, que se la pasan
campechanamente “administrándola para tener siempre un pretexto y dejar en
claro que sin su intervención, podríamos estar peor”. Lo cierto y este es mi
punto de vista, el gobierno la administra a cuentagotas, se regocija con la
jodencia y también, la justifica porque, reitero, le va el interés político y
el de las siguientes generaciones, que seguirán medrando con ella.
A qué viene
toda esta logorrea, pues a que en la capital del Estado, la falta de
oportunidades laborales y la consecuencia inopia que trae consigo, propicia que
diariamente 13 mil familias acudan al Banco de Alimentos a pedir ayuda, una
despensa o algo, porque no tienen para pasar la vida de manera decorosa.
Dice Jorge
Salinas Treviño, presidente del organismo de asistencia social que la situación
de indigencia no ha cesado, por el contrario, tienen unas 3 mil personas más
que están con la esperanza de recibir algo de ayuda para subsanar sus
necesidades más importantes.
“Tenemos en
lista de espera de 3 a 4 mil gentes que los quisiéramos abarcar, brindarles
ayuda, por eso estamos visitando fuentes de apoyo externas para que nos
pudieran ayudar económicamente al banco de alimentos”.
Sirva este
comentario para que los políticos de pacotilla y prevaricadores se pongan a
diseñar, si es que pueden, políticas públicas más pensadas y bien direccionadas
a los sectores sociales más olvidados y despóticamente tratados durante tantos
años.
Ojalá dejen
sus disparatados discursos, llenos de sevicia encubierta y trabajen por los
ciudadanos, que ya estamos hartos de que insulten nuestra inteligencia.
Bienaventurados
y dignos del aplauso popular quienes lo hagan así.
Twitter
@ArmandoBerrones