Armando Berrones
Dicen los alemanes: Wir
möchten alle mehr verdienen und weniger arbeiten
Todos queremos ganar mucho y
trabajar lo menos... No hay duda que esta frase cae como anillo al dedo para
quienes se apropian del puesto y quieren eternizarse en él a fin de acabar con
los presupuestos del estado, endeudarse para seguir prestado y aumentar
el caudal para sus residencias en Estados Unidos y aviones privados, en tanto la miseria de
sus conciudadanos hace estragos todos los días.
La impunidad y la corrupción
son un binomio que identifica a Tamaulipas a nivel nacional.
Este columnista que ha
viajado por distintos estados del país lo constata siempre: no hay lugar donde
se exprese algo positivo de la entidad. La mayoría de los conocidos y no
conocidos identifican al estado como uno de los más proclives a la corrupción y
¡cómo no va a ser así!, sí sólo basta analizar su historia política, quienes
están en el poder, las mismas familias adineradas, las cofradías del disimulo y
la incontinencia crematística. Por eso este país se encuentra sumido en una
lacerante desigualdad y valemadrismo. ¡Qué mejor ejemplo! que el de las
enfermeras de Nuevo Laredo, quienes tuvieron que pincharse las venas para
protestar ante los líderes charros del sindicato de Trabajadores del IMSS, quienes
se la pasan regodeándose con los dineros y lejos de ayudar a sus representados,
se dedican a traficar plazas y a realizar componendas en lo oscurito y a la
gente que trabaja, se esfuerza y admirablemente se dedica a la eficiencia y
productividad, la mandan a la calle. Peor aún, la amenazan, sancionan y
reprimen como si con esas acciones acallaran la voz de la inmaculada injusticia
que se comete en su contra.
Los maestros del disimulo no
tienen llenadera en sus pretensiones de robarse el dinero, pues son políticos que sienten que
esta tierra es suya y pueden disponer de los recursos como si estuvieran en su
casa. Hay que poner coto a esas rapiñas y no estar preparando más buitres, que
a la postre, acabarán con su propia descendencia.
Por eso es bueno enterarse de
lo que ayer dijo el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas…“
Más de siete mil funcionarios han sido sancionados por actos de corrupción
durante la actual administración del presidente Felipe Calderón y dos mil
enfrentan denuncias penales.
En promedio representarían
cuatro funcionarios sancionados cada días, de diciembre de 2006 a la fecha.
Dijo que actualmente se
mantienen con más de 500 auditorías abiertas prácticamente en toda la
administración y con una efectividad de castigo en la mayoría de los casos.
“Defendemos ante los
tribunales y ganamos más de 90 por ciento de los casos en los tribunales, lo
cual asegura que cuando nosotros castigamos a alguien por actos de corrupción
es muy probable que más del 90 por ciento de las probabilidades de que sea
castigado”.
Ojalá que esas acciones sean
absolutamente ciertas y no quieran darnos atole con el dedo, que ya estamos muy
grandecitos para tales lances.
Lo más importante es que como
se dice siempre: Que la ley se aplique, que nadie esté por encima y que no sean
sólo puras llamaradas de petate.
Digo…
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