viernes, 28 de octubre de 2011

MAESTROS DEL DISIMULO



Armando Berrones


Dicen los alemanes: Wir möchten alle mehr verdienen und weniger arbeiten
Todos queremos ganar mucho y trabajar lo menos... No hay duda que esta frase cae como anillo al dedo para quienes se apropian del puesto y quieren eternizarse en él a fin  de acabar con  los presupuestos del estado, endeudarse para seguir prestado y aumentar el caudal para sus residencias en Estados Unidos  y aviones privados, en tanto la miseria de sus conciudadanos hace estragos todos los días.
La impunidad y la corrupción son un binomio que identifica a Tamaulipas a nivel nacional.
Este columnista que ha viajado por distintos estados del país lo constata siempre: no hay lugar donde se exprese algo positivo de la entidad. La mayoría de los conocidos y no conocidos identifican al estado como uno de los más proclives a la corrupción y ¡cómo no va a ser así!, sí sólo basta analizar su historia política, quienes están en el poder, las mismas familias adineradas, las cofradías del disimulo y la incontinencia crematística. Por eso este país se encuentra sumido en una lacerante desigualdad y valemadrismo. ¡Qué mejor ejemplo! que el de las enfermeras de Nuevo Laredo, quienes tuvieron que pincharse las venas para protestar ante los líderes charros del sindicato de Trabajadores del IMSS, quienes se la pasan regodeándose con los dineros y lejos de ayudar a sus representados, se dedican a traficar plazas y a realizar componendas en lo oscurito y a la gente que trabaja, se esfuerza y admirablemente se dedica a la eficiencia y productividad, la mandan a la calle. Peor aún, la amenazan, sancionan y reprimen como si con esas acciones acallaran la voz de la inmaculada injusticia que se comete en su contra.
Los maestros del disimulo no tienen llenadera en sus pretensiones de robarse el  dinero, pues son políticos que sienten que esta tierra es suya y pueden disponer de los recursos como si estuvieran en su casa. Hay que poner coto a esas rapiñas y no estar preparando más buitres, que a la postre, acabarán con su propia descendencia.
Por eso es bueno enterarse de lo que ayer dijo el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas…“ Más de siete mil funcionarios han sido sancionados por actos de corrupción durante la actual administración del presidente Felipe Calderón y dos mil enfrentan denuncias penales.
En promedio representarían cuatro funcionarios sancionados cada días, de diciembre de 2006 a la fecha.
Dijo que actualmente se mantienen con más de 500 auditorías abiertas prácticamente en toda la administración y con una efectividad de castigo en la mayoría de los casos.
“Defendemos ante los tribunales y ganamos más de 90 por ciento de los casos en los tribunales, lo cual asegura que cuando nosotros castigamos a alguien por actos de corrupción es muy probable que más del 90 por ciento de las probabilidades de que sea castigado”.
Ojalá que esas acciones sean absolutamente ciertas y no quieran darnos atole con el dedo, que ya estamos muy grandecitos para tales lances.
Lo más importante es que como se dice siempre: Que la ley se aplique, que nadie esté por encima y que no sean sólo puras llamaradas de petate.
Digo…


Facebook/ArmandoBerrones 

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