En todo proceso electoral el
activo más importante son las propuestas de cada candidato, independientemente
del color o bandera que ostenten.
Es claro también que ellos deben
ser congruentes, pero sobre todo, presentar ideas ligadas a las acciones que
correspondan, de suerte que no se conviertan en puros petardos
propagandísticos.
La sociedad ya está harta de
los políticos que ofrecen el paraíso y una vez que se incorporan al sistema, se
olvidan de las promesas.
En Tamaulipas, comentaba en
una anterior columna, se deben eliminar esas prácticas que tanto daño han
causado y que, sin embargo, aún persisten con las consecuencias que todos vemos
a diario.
No hay mucho que buscarle en
esto de las campañas políticas, puesto que en todos los recorridos que hagan
los candidatos, al margen de partidos y puestos de elección popular,
encontrarán que en materia de políticas públicas bien sustentadas y mejor
realizadas, estarán siendo testigos que éstas brillan y brillarán por su
ausencia.
Los funcionarios públicos,
por lo menos en los últimos 3 sexenios en la entidad, han servido a sus
amos-gobernadores, no así, a los ciudadanos. Pruebas contundentes hay muchas y
exhiben la inopia cultural y el valemadrismo per se: miseria, desempleo,
inseguridad, corrupción, influyentismo, falta de visión y toda una retahíla de
epítetos quedarían adhoc para los que tuvieron la oportunidad histórica de
hacer algo por sus semejantes y abortaron la misión para seguir medrando con el
hambre del pueblo tamaulipeco.
Espero que estos políticos
que están en campaña tengan el empacho moral y apuntalen sus acciones con un
sentido patriótico y digno de aplauso. Si no atienden los clamores
ciudadanos y se hacen los sordos y ciegos, seguiremos encontrando caminos para
el desdén como una suerte de revanchismo y aprovechando las urnas para mostrar
el hartazgo.
Manuel Cavazos Lerma,
Guadalupe Flores, Enrique Cárdenas, Cuitláhuac Ortega, Yanín García, Fernando
Azcárraga, Francisco Javier Cabeza de Vaca y otros deben entender el mensaje.
Si van a buscar el poder por el poder y la protección de fuero constitucional,
los ciudadanos nos daremos cuenta. Así es que muy atentos y busquen honrar sus
puestos y no hacerle el caldo gordo a los integrantes de la mafia política, que
digámoslo con absoluta claridad: siguen fregando al prójimo.