La mitología griega es el
conjunto de mitos y leyendas pertenecientes a los antiguos que tratan de sus
dioses y héroes, la naturaleza del mundo, los orígenes y significado de sus
propios cultos y prácticas rituales.
De acuerdo con Wikipedia,
éstos formaban parte de la religión de la Antigua Grecia y han tenido una
influencia muy poderosa en las distintas áreas sociales, culturales y
políticas.
Un sinfín de artistas,
intelectuales y políticos se han apoyado en su riqueza cultural para hacer
aportaciones de un calibre extraordinario y de alguna suerte propiciar un mundo mejor y más justo.
Cuando observo a los
precandidatos a la presidencia del país,
y hablo de todos los colores y banderas, me remito al efecto Pigmalión, el
cual, de conformidad con los enterados, tiene aristas muy interesantes y
reveladoras.
La más importante y que me
lleva a pensar en los políticos, es ésta que a continuación, reproduzco:
La llamada “profecía
autocumplida” , la cual es una expectativa que incita a las personas a actuar
en formas que hacen que la expectativa se vuelva cierta.
Esto es, en idioma
castellano, que uno debe ser positivo en todo lo que haga, ya que ello
contribuirá a verlo hecho realidad. Mejorará su autoestima y todas las buenas
vibras, dirían los esotéricos se conjuntarán para lograrlo.
Este símil es para Ernesto
Cordero, AMLO, Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y otros suspirantes,
quienes, supongo, han leído esta historia que se desarrolló en antigua
civilización, en donde un escultor en su intento de buscar a la mujer perfecta,
termina enamorándose de su propia escultura, cuyo nombre fue Galatea.
Hay otros autores y
académicos que a partir de ella, la utilizan en sus distintos matices y le
ponen el nombre que quieren.
Lo cierto es que, como decía
Deepak Chopra, somos lo que pensamos.
Ojalá que los candidatos a gobernar este país
tengan buenos deseos y no sean solamente figuras decorativas, que responden al
mar de intereses políticos.
Está claro que todos quieren
llevar agua a su molino, pero también es importante soportar sus acciones con
un sentido social. Pensar en grande, para servir a los ciudadanos y no clavarse
los recursos. Aplicar la justicia, generar la estabilidad económica, la paz y
defender la libertad.
Hay muchas cosas que deben
realizarse en nuestro país y estoy convencido no serán asignaturas fáciles, sin
embargo, buena actitud y como refieren los expertos en neurolingüística, una
reprogramación mental no son nada despreciables.
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