Lo he
expresado en muchas ocasiones: los municipios de Tamaulipas no deben contraer
endeudamientos que pongan en severo brete sus finanzas y sobre todo,
comprometan el futuro de los ciudadanos.
En este
contexto, las huestes panistas presentarán en las próximas sesiones del
Congreso iniciativas atinentes a este abuso del poder y están contemplando
llevar a cabo modificaciones a la Ley de Coordinación Fiscal, ya que con ello
se pondría un candado a los munícipes manirrotos que no llenan con el
presupuesto asignado y gastan como enfermos catatónicos.
La
legisladora local, Beatriz Collado Lara expone que no deben reciclarse los
errores que se cometieron en las administraciones de Matamoros, Nuevo Laredo,
Victoria, Tampico, por decir las más notorias y que fueron encabezadas por
Erick Silva, Ramón Garza Barrios, Arturo Diez Gutiérrez y Óscar Pérez Inguanzo,
respectivamente.
Si esas
reformas llegan a buen puerto y se analizan a profundidad, valdría la pena que
se aprobaran, porque Tamaulipas no puede seguir siendo rehén de grupos
políticos que se engolosinan con el dinero, que lo aman hasta la saciedad y que
son capaces de cualquier genuflexión y aceptar escupitajos en la cara con tal
de comprarse unas pequeñas mansiones en las islas caribeñas o ya de perdido en
Londres o España.
Conviene decir también que quienes se opongan
a estos puntos de acuerdo, deben ser investigados a fondo, porque se supone que
están ahí como representantes del pueblo; son el vox populi y si no cuidan los
recursos provenientes de los impuestos, entonces… ¿para qué queremos diputados?
Conforme a
los últimos reportes ofrecidos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF)
entre 2005 y 2010, la deuda pública pasó de 1 mil 8 millones 500 mil pesos a 10
mil 69 millones 749 mil pesos, lo cual
implica que el pasivo creció 9 mil 61 millones 249 mil pesos en seis años.
Añade la dependencia que de 2005 a 2010, la
deuda de Tamaulipas creció un 58.4 por ciento anual en términos nominales,
cifra que sólo está por debajo de Coahuila. Refiere que al cierre de 2010 la
deuda de estados y municipios se había disparado respecto a 2008 en 42.8 por
ciento situándose en los 314 mil 664.5 millones de pesos.
De 2008 a
2010, el mayor crecimiento de los pasivos en términos reales se registró en
Campeche (765.3%), Tamaulipas (515.7), Coahuila (315.9), Quintana Roo (235.6),
Baja California Sur (156%), Morelos (140.7) y Yucatán (132.6%). (cifras de
febrero 2012).
En
definitiva, es urgente que se detenga esta anómala situación que sigue
atrasando el bienestar de las mayorías, porque las deudas tienen que pagarse y
los recursos de las participaciones federales son escasos cuando no
insuficientes. La disyuntiva es : ¿pago deuda o aplico dinero en obra social? Y todo, ¿por qué?, por unos vivales, dizque
garantes del bien común y que han desmedrado consistente y sistemáticamente el
entramado social.