Al
reflexionar sobre el concepto del poder, en sus distintas aristas que van desde
la filosofía, la literatura, la etología, la economía y aun el psicoanálisis,
encontré entre mis apuntes una frase completa y muy significativa del gran
escritor florentino Nicolás Maquiavelo, y reza así:
“Todos los
hombres aspiran al dominio y ninguno renunciará a él si se puede ejercerlo” “El
odio a los poderosos es en el fondo envidia”. Lo anterior viene a cuento, pues como lo han
advertido algunos analistas intelectuales y académicos, lo que sucedió en la
reelección de los dirigentes sindicales Carlos Romero Deschamps y Elba Esther
Gordillo Morales, de la STPRM y el SNTE, respectivamente, fue una muestra de
quienes gobernarán en nuestro país y hasta se pudiera considerar una
provocación al próximo inquilino de Los Pinos, Enrique Peña Nieto. Para otros, como el periodista Ricardo Raphael de la Madrid,
autor del libro Los socios de Elba Esther, los líderes se anticiparon a los
cambios que se venían venir en torno a la Reforma Laboral, los cuales tocarían
el espinoso tema de la democracia sindical y la rendición de cuentas. Sin duda
fue una excelente maniobra, ya que ayer se aprobó en lo general la Reforma y de
paso se enmendó la plana a los diputados al ser incluido el artículo 373 a la
minuta inicial a fin de que sea efectiva, con lo cual se determina que el cual
establece que las directivas de los sindicatos informen a sus agremiados de
manera detallada y completa al menos cada seis meses, sobre la situación de
ingresos por cuotas y otros bienes, así como de su destino.
Nada
equivocados los líderes en sus respectivos feudos, por lo pronto aseguraron su
permanencia al frente, sin embargo, no hay que dejar de lado que a partir del 1
de diciembre el poder a nivel federal tendrá otra perspectiva y estaremos
presenciando un desmantelamiento político;
los cambios serán el pan de cada día.
Aunado al
artículo mencionado, se agregó el 371, que supone las dirigencias deben ser
electas a través del voto directo, libre y secreto. Cosa curiosa, valga
señalar, ya que la propia hija y senadora por el PANAL, de la maestra Gordillo,
Mónica Arriola votó a favor de ese
artículo, a pesar de que momentos antes había asegurado en tribuna que iba
contra todas las reservas en materia de democracia sindical. Ahí queda como
dato relevante. Hay que estar al pendiente de lo que este proceso político nos
depare porque las sorpresas son su divisa más singular. Paréceme de entrada una
buena acción lo que los senadores hicieron por el país, ojalá que en el
transcurso de la discusión no den un golpe de timón y transijan venalmente.
Finalizo con
este pensamiento:
“el más
grande regalo de los dioses es el poder absoluto” , Eurípides.
¿Se les
acabará a los líderes charros?
