Tienen su
origen en el más remoto pasado prehispánico, fueron grandes señores de los
pueblos de indios en la época colonial, se fortalecieron en el México de las
grandes haciendas y pasaron encima de la Revolución y es fecha conservan una
excesiva influencia sobre múltiples y variados
sectores de la vida nacional.
Los cotos de
poder o los llamados cacicazgos, además de milenarios, en la actualidad ofrecen
una nueva faceta: no se extinguirán, por lo menos en los próximos años,
continuarán en su trabajo mistificador, anacrónico y de cara a documentar el
optimismo y derrochando los ínfimos recursos con que se cuentan.
Este
fenómeno social tiene su mayor arraigo y sustento en una estructura política de
la que abreva y se adhiere de manera notable en el ejercicio del poder, en la
no confrontación para sobrevivir a los embates de los trasnochados líderes
sociales. Esos que todo lo encuentran mal y si no, lo empeoran. Y es que, hay
que decirlo, mientras se les permita operar en la ilegalidad, no tienen motivo
suficientemente poderoso para encarar a quienes tienen legítimamente el poder.
Las luchas de pueblos por la reivindicación de
sus más importantes reclamos de democracia, justicia y libertad pueden esperar,
ya que primero es el cacicazgo y su progreso elemental, de ahí pues que nuestro
país se ubique entre los de menor desarrollo, o más bien, en el subdesarrollo
en casi todas sus vertientes. Y es que cuando existen tales rémoras,
difícilmente se puede avanzar en materia de derechos humanos, en crecimiento
económico, en educación para la vida y la competitividad.
¿A qué viene
todo esta retahíla de comentarios, pues a que dos importantes líderes fueron ratificados
en sus cargos este fin de semana: Elba
Esther Gordillo Morales y Carlos Romero Deschamps, quienes encabezarán por un
periodo más, de seis años cada uno, el SNTE, Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación, y el Sindicato de trabajadores de PEMEX.
¿Cómo la ve,
amable lector? Ahh y si quiere documentar
su optimismo, habría que decir que en el Congreso del SNTE, los más de 3 mil
delegados sindicales decidieron prolongar el liderazgo de Gordillo Morales por
seis años más. Ahora hasta el 2018. Eso sí, fue candidata única, quien dijo que
no será sirvienta de nadie.
Y por el
lado de los petroleros, que trabajan por el engrandecimiento de México y su
privatización, fue reelecto Carlos
Antonio Romero Deschamps como el líder del sindicato. Este líder es además
senador del PRI y se quedará hasta el 2018 en el cargo, con lo que sumará un
cuarto de siglo despachando y atendiendo a sus agremiados.
De todo ello, habría que esperar cuáles serán
las posturas que adopten estos personajes de la vida política , cuando se
discuta la iniciativa de establecer mayor transparencia en el manejo de los
recursos sindicales. Seguramente saldrán chispas o negociaciones palaciegas.
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