En un artículo
que publiqué en abril del 2012 intitulado “Deuda o Mesura” , cuando todo iba en
caballo de Hacienda para el gobierno estatal encabezado por Egidio Torre Cantú,
hubo muchos críticos que enderezaron comentarios negativos a quien esto
escribe, por hablar del problema de sobreendeudamiento para Tamaulipas, similar
al asunto del ex gobernador coahuilense, Humberto Moreira, quien ahora es
sujeto de la justicia española por sus presuntos delitos de lavado de dinero y
otras veleidades. Tal era el motivo de
mi análisis que dije “Ahí viene el Egidazo” y creo que el tiempo ha puesto las
cosas en su lugar. En aquel año, la deuda que tenía pesos más, pesos menos, era
de 20 mil millones de pesos, no muy lejana a la del Moreirazo, que estaba
considerada en los 33 mil millones de pesos, los cuales, ahora existe la
presunción, fueron utilizados para la campaña presidencial del abanderado
priista Enrique Peña Nieto.
El
comentario viene a cuento, pues acabo de leer una nota periodística en donde
una reportera cuestiona al mandatario tamaulipeco sobre el estado que guarda su
administración y particularmente cómo piensa dejaría las finanzas a la entidad,
a lo que Torre Cantú reaccionó
visceralmente y mandó llamar a sus subalternos para que callaran y casi casi
desaparecieran a la deslenguada representante del medio de comunicación. Sin
duda que este ex abrupto es un reflejo de intolerancia y poca amabilidad, ya
que no le costaba mucho dar una respuesta: simplemente se le estaba pidiendo rendir cuentas y cumplir
con las leyes de transparencia.
Conviene
preguntar ¿cuál es la deuda pública real
que ostenta nuestro Estado y qué repercusiones tendría para el siguiente en
turno y quien habrá de asumir la
gubernatura en este año? Los tamaulipecos no queremos estar como el vecino
Nuevo León, que se encuentra en bancarrota por las pésimas administraciones del
PRI, que se sirvieron a manos llenas y acabaron con las esperanzas de muchos
ciudadanos.
ESCORRENTÍAS
SALIERON
GASTALONES
Como es de dominio
público la deuda que detenta el Gobierno Federal es muy alta y onerosa, dado
que durante la primera mitad de la administración de Enrique Peña Nieto,
la deuda como proporción
del PIB creció 10.15 puntos porcentuales, alcanzando un 44.9 por ciento.
del PIB creció 10.15 puntos porcentuales, alcanzando un 44.9 por ciento.
De acuerdo
con el diario Reforma la deuda bruta pública federal de 8.2 billones de
pesos del mes de septiembre alcanzó un 44.9 por ciento del PIB, proporción que
duplicó la que dejaron en sus sexenios Vicente Fox y Ernesto Zedillo, juntos, y
supera la de Felipe Calderón.
Cabe afirmar
para concluir que los pasivos están íntimamente ligados con los que tienen los
estados y municipios, por lo que constituyen serios obstáculos para el
crecimiento y desarrollo de proyectos productivos. Además, el comparativo que
se hace con el PIB no es nada halagüeño, por el contrario, manifesta la falta
de una visión de Estado.
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/ArmandoBerrones