miércoles, 20 de enero de 2016

NULA TRANSPARENCIA


En un artículo que publiqué en abril del 2012 intitulado “Deuda o Mesura” , cuando todo iba en caballo de Hacienda para el gobierno estatal encabezado por Egidio Torre Cantú, hubo muchos críticos que enderezaron comentarios negativos a quien esto escribe, por hablar del problema de sobreendeudamiento para Tamaulipas, similar al asunto del ex gobernador coahuilense, Humberto Moreira, quien ahora es sujeto de la justicia española por sus presuntos delitos de lavado de dinero y otras veleidades.  Tal era el motivo de mi análisis que dije “Ahí viene el Egidazo” y creo que el tiempo ha puesto las cosas en su lugar. En aquel año, la deuda que tenía pesos más, pesos menos, era de 20 mil millones de pesos, no muy lejana a la del Moreirazo, que estaba considerada en los 33 mil millones de pesos, los cuales, ahora existe la presunción, fueron utilizados para la campaña presidencial del abanderado priista Enrique Peña Nieto.

El comentario viene a cuento, pues acabo de leer una nota periodística en donde una reportera cuestiona al mandatario tamaulipeco sobre el estado que guarda su administración y particularmente cómo piensa dejaría las finanzas a la entidad, a lo que  Torre Cantú reaccionó visceralmente y mandó llamar a sus subalternos para que callaran y casi casi desaparecieran a la deslenguada representante del medio de comunicación. Sin duda que este ex abrupto es un reflejo de intolerancia y poca amabilidad, ya que no le costaba mucho dar una respuesta:  simplemente  se le estaba pidiendo rendir cuentas y cumplir con las leyes de transparencia.  

Conviene preguntar  ¿cuál es la deuda pública real que ostenta nuestro Estado y qué repercusiones tendría para el siguiente en turno y quien habrá  de asumir la gubernatura en este año? Los tamaulipecos no queremos estar como el vecino Nuevo León, que se encuentra en bancarrota por las pésimas administraciones del PRI, que se sirvieron a manos llenas y acabaron con las esperanzas de muchos ciudadanos.

ESCORRENTÍAS

SALIERON GASTALONES

Como es de dominio público la deuda que detenta el Gobierno Federal es muy alta y onerosa, dado que durante la primera mitad de la administración de Enrique Peña Nieto, la deuda como proporción
del PIB creció 10.15 puntos porcentuales, alcanzando un 44.9 por ciento.

De acuerdo con el diario Reforma la deuda bruta pública federal de 8.2 billones de pesos del mes de septiembre alcanzó un 44.9 por ciento del PIB, proporción que duplicó la que dejaron en sus sexenios Vicente Fox y Ernesto Zedillo, juntos, y supera la de Felipe Calderón.

Cabe afirmar para concluir que los pasivos están íntimamente ligados con los que tienen los estados y municipios, por lo que constituyen serios obstáculos para el crecimiento y desarrollo de proyectos productivos. Además, el comparativo que se hace con el PIB no es nada halagüeño, por el contrario, manifesta la falta de una visión de Estado.


twitter /ArmandoBerrones

 

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