LOS FELICES NOVENTAS, LA SEMILLA DE LA DESTRUCCIÓN
JOSEPH E, STIGLITZ
Armando Berrones
Los noventas fue una década llena de cambios significativos en la política económica exterior de Estados Unidos. Estos revistieron una importancia capital, ya que apuntalaron el crecimiento y desarrollo de los distintos sectores estratégicos e industriales a niveles insospechados. Ello hizo creer ingenuamente a los países en desarrollo que el sistema norteamericano era el modelo ideal para acabar con la pobreza y las desigualdades sociales.
Pese a que existía un “boom” financiero impresionante y los aumentos de la productividad se cuatriplicaban en relación con anteriores décadas, a los pocos meses todo se vino abajo, dado que a decir verdad y según se comprobó después, estaba sostenido sobre bases de corrupción, nótese las quiebras de las firmas Enron-la más importante de todos los tiempos-, Worldcom, Arthur Andersen y demás escándalos empresariales que pusieron en la picota de la ignominia a los gurúes del capitalismo o la economía de mercado.
Para el autor y Premio Nobel de Economía 2001 y vicepresidente senior del Banco Mundial, Joseph E. Stiglitz, esto tiene diferentes aristas y señala que “ tanto izquierda como derecha han perdido la brújula. Los fundamentos intelectuales de la economía laissez-faire- a saber la creencia en que los mercados se bastan a sí mismos para manejar con eficacia, no digamos con justicia, toda la economía- se han derrumbado estrepitosamente. La crisis mundial provocada por los hechos del 11 de septiembre nos han enseñado que debemos actuar conjuntamente. Los escándalos empresariales que han azotado a EU y, en menor medida, a Europa, han hecho ver incluso a los más conservadores que el Gobierno tiene un papel que desempeñar. El reto consiste en lograr un equilibrio correcto entre Estado y mercado, entre la acción colectiva a escala local, nacional y global y entre la acción gubernamental y la no gubernamental. A medida que van cambiando las circustancias económicas, es preciso rediseñar este equilibrio”.
Stiglitz plantea en su libro la necesidad de analizar y dirimir la pugna ideológica entre el Estado intervencionista en la economía y el imperio de los mercados financieros al sostener que “ El gobierno debe asumir un papel importante, si bien limitado, no sólo para corregir las carencias y limitaciones del mercado, sino también para tender hacia un grado más alto de justicia social”. Asimismo asegura que 2 fueron los errores que se cometieron en la década pasada: “la omisión del papel equilibrador del Gobierno y el crecimiento barato de la economía”.
El ex asesor del gobierno del presidente Hill Clinton , aprovecha este texto para deshacer entuertos, esto es, desmitifica muchas de las premisas económicas que se tienen hoy en día sobre las guerras “buenas” para la economía, las finanzas, la mano invisible del mercado, los héroes, la reducción del déficit como palanca de la estabilidad, el capitalismo global, el capitalismo triunfante al estilo norteamericano, entre otros.
Adicionalmente, pasa revista a los causas que dieron origen a las crisis mexicana, asiática y latinoamericanas, cuyas semillas fueron puestas por los grandes apéndices del gobierno estadounidense : FMI, BM, BID, etc...
Al respecto, el autor expone que la exportación del modelo norteamericano a las economías en desarrollo resultó desastroso, al precisar que “Latinoamérica fue tal vez el alumno más aplicado de estas políticas. Se adhirió a las reformas con convicción y entusiasmo; y ahora se enfrenta a las consecuencias: medio decenio de estancamiento, un porcentaje de su población bajo el umbral de la pobreza, desempleado y sin subsidios. Estas estadísticas no han hecho sino empeorar respecto a las registradas a principios de los noventa. El país considerado modélico en cuanto a aplicación de las reformas, el alumno más sobresaliente, Argentina, tal vez sea el que más ha padecido, antes y después de la crisis”.
En suma, la nueva propuesta editorial de Joseph E. Stiglitz en este 2004, es además de lúcida, extraordinariamente interesante. Después del éxito de su anterior libro “El malestar de la Globalización”, publicado el año pasado, ésta representa una lectura obligada para quienes gustan del examen meticuloso y objetivizado de la realidad socioeconómica del mundo.
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