A nivel
nacional, Ciudad Victoria es la capital de Tamaulipas y centro de los poderes
del Estado y consecuentemente el pináculo para el ejercicio de gobernar en
todos los sentidos, uno de ellos es, por supuesto, generar condiciones de
bienestar para los ciudadanos. No obstante, hay que decirlo, la situación
social y sobre todo, económica que viven los habitantes de esta parte del
Estado es honradamente parecida a un Ejido Grande. Lo digo y pienso con el
absoluto respeto que le tengo a mis congéneres, no así, a quienes tienen la
obligación legal y moral de impulsar las actividades productivas y que fallan
en su labor.
¿Cómo es
posible que la gente siga viviendo en casuchas de cartón o lámina en pleno
siglo 21? ¿Que la gente no tenga ni aun para las necesidades básicas? La miseria se extiende en donde quiera que,
amable lector, ponga sus ojos. Lo peor de todo es que hay algunos políticos que
piensan en chiquito, que carecen de visión, ya no hablemos de humanista, que
sería mucho pedir… y dicen cada dislate que es mejor quedarse callado, porque
se ven más inteligentes.
Esta
reflexión que hago es en razón de las zarandajas que uno escucha todos los
días de quienes tienen muy buenos
motivos para pensar que “es mejor ganar poquito a no ganar nada”, como lo diría
una regidora del partido Revolucionario Institucional. Y es que esta representante de los victorenses
menciona que las maquiladoras y tiendas departamentales hacen un gran esfuerzo
en traer sus dineros para generar empleo, por lo que los ciudadanos tenemos que
apechugar que paguen bajos salarios… algo así como mil pesos por quincena… para
qué te sirven en una ciudad cara y con servicios públicos igualmente onerosos.
Ya no hablemos de los alimentos, que están peor…
“Es muy
cierto que en las empresas de Victoria tenemos bajos sueldos pero es preferible
que ganen bajos sueldos a no tener un empleo seguro, además les dan servicios
médicos, más bonos para alimentación, además de otras prestaciones”. Ahí tiene
el comentario.
Las
inversiones escasísimas que llegan a Victoria no creo que sean para propiciar
un aura de progreso y por un compromiso solidario con los habitantes.. no,
claro que no, los empresarios no invierten si carecen de incentivos fiscales,
apoyos en especie, pero el más importante, sin duda es la política de
precarización laboral que tienen y que desgraciadamente los gobiernos en turno
aprueban para después cacacarear que “están trabajando en crear empleos”.
Es menester
acabar con esa idea absurda de que es mejor pan duro, pero seguro. Sin salarios
dignos y bien remunerados, simple y llanamente, la miseria se profundizará
hasta el exterminio.
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