En el ámbito de la filosofía
existen términos que a veces causan mucha confusión y otros que nos ayudan a
entender situaciones peculiares que explican comportamientos humanos. Tal es el
caso que me lleva a pensar en ese filósofo alemán Edmund Husserl, quien fue un
profundo conocedor de los fenómenos de la llamada conciencia, que preconizaba
como necesaria para la vida diaria y que además tendría que desembocar en un
vocablo de gran extensión y trascendencia: El solipsismo. ¿Qué significa,
cuáles son sus alcances? De acuerdo con una definición simple es la teoría que postula que la
realidad externa sólo es comprensible a través del yo, ya que este es la única
realidad tangible, así como la imposibilidad de conocer la realidad objetiva de
manera consistente. Esto, en palabras cristianas, es lo que pude advertir ayer
en la arenga del presidente Felipe Calderón en su mini informe que presentó
ante más de 10 mil asistentes y como parte de su estrategia velada para
destacar logros de su gobierno en los 5 años que lleva al frente.
El solipsismo de Calderón implica
que fuera de mi área de alcance, de lo único que se puede estar seguro es de la
existencia de la propia mente y de la realidad que en apariencia resulta
incognoscible.
Sin duda el mandatario peca de ser
extremadamente optimista y pinta un país venturoso y con un rumbo económico de
envidiable dimensión. De ahí, pues, insisto, que considere que sólo lo que está
o lo que pasa por su mente es lo que vale; lo demás, son simples abstracciones
inútiles y necedades de los detractores.
Para contextualizar un poco,
Calderón negó categóricamente que se vayan a generar 15 millones de pobres
hacia el fin de su sexenio. Por el contrario, en tono molesto, sostuvo que del
2000 al 2010, la pobreza se redujo en un 23 por ciento de acuerdo con el censo.
No conforme con eso, señaló que su
gobierno ha trabajado intensamente en la aplicación de programas sociales, los
cuales han ayudado a las familias más empobrecidas, con recursos en efectivo y
despensas.
Fíjese, amable lector, que el
presidente tuvo la osadía de aplaudir la labor del secretario de Seguridad
Pública, Genaro García Luna, pues agregó que él ha logrado consolidar una
policía eficiente y moderna en México.
La verdad es que con estas
aseveraciones, uno se pregunta por qué no se practica la moderación ya que la
percepción ciudadana no puede ser borrada con descargas verborreicas.
Y a mayor abundamiento, lo que el
candidato del PANAL a la presidencia de la República, Gabriel Quadri, le lanzó
al presidente en torno a su informe:
“El presidente Calderón y el
gobierno actual podrían hacer una contribución mucho más valiosa al país si
hicieran una autocrítica, de lo que nos falta y en qué se ha fallado”, sostuvo.
El segundo sexenio panista en la
historia política de este país tal parece que está llegando a su fin, porque
aun con todos los acarreados, el actual régimen ha propiciado un “mejor México
que hace 6 años”.
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