Algo está
pasando en el gobierno estatal porque aun cuando hay funcionarios que se
encuentran dedicados en absoluto frenesí en destacar las bondades de estas
tierras, existen otros que no piensan lo mismo o al menos, no pueden.
Muchos se
han acercado con el que esto escribe a externar su molestia y profundo
desencanto porque en las distintas dependencias no se cuenta con lo mínimo
indispensable para trabajar: papel, lápices, mobiliario diverso y otros apoyos
que son necesarios para la productividad y la eficiencia operativa. ¿O es mucha
la mezquindad o de plano la deuda del estado es opresiva?
No es
posible que a casi un año y medio de gobierno no se tengan los recursos humanos
y materiales para brindar un buen servicio a los tamaulipecos, ya que siempre
falta algo que no han surtido y que por desgracia no se tiene fecha para
recibirlo.
Concuerdo en
que la anterior administración que encabezaba Eugenio Hernández Flores tiró la
casa por la ventana y causó una enorme deuda que pagaremos los ciudadanos en
los próximos años, que hipotecó el estado y mantiene a raya muchos de los
proyectos de trabajo de la actual, sin embargo, también es cierto que en
materia de crecimiento económico, de generación de empleos y fortalecimiento del
mercado interno, estamos como al principio. En consecuencia, sería prudente
saber qué se ha pagado del endeudamiento y a cuánto asciende la actual, porque
se habla de justamente 22 mil millones de pesos más lo que se acumule, pues
llevamos apenas un año y meses.
Ojalá
alguien en el gobierno se apersone y ponga en claro qué es lo que pasa en las
arcas.
TAMPICO, CON MÁS DESOCUPADOS
De acuerdo
con el INEGI, la falta de empleo está haciendo estragos en la población cuyos
estudios son superiores. Un reporte reciente muestra que el sur del estado,
particularmente Tampico tiene altas tasas de desocupación con un 63.6%, Tuxtla
Gutiérrez con 62.9%, Pachuca con 61.3% y Villahermosa y Morelia con 59.9%.
Otras urbes
de México tienen también cifras de desocupación total como Aguascalientes
exhiben un 8.7%, Tijuana, un 7.6% , San Luis Potosí 7.3% y Saltillo con 7.1%
En resumidas
cuentas, lo anterior es una evidencia palmaria de que no basta con tener un
buen nivel de instrucción para encontrar trabajo, es preciso que las
autoridades del ramo propicien
condiciones para la inversión productiva, mejores salarios y sobre todo,
participen en el círculo virtuoso de la calidad educativa-mercado laboral.
Muchas carreras son nada más de ornato y sus programas no responden a lo que se
requiere para la vida laboral.
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