En su visita a tierras
tamaulipecas, específicamente a Tampico, el candidato de las izquierdas, Andrés
Manuel López Obrador, dijo que su gobierno acabará con la corrupción y
podredumbre que imperan en el sistema político de México.
Señaló que es necesario
cambiar la cultura de la transa por una nueva, que promueva las oportunidades
de trabajo y desarrollo económico que se requieren.
“La corrupción que impera en
México es precisamente lo que detona la desigualdad social y económica, es un
problema complejo pero la combatiremos”, dijo.
En su discurso, pidió a los
simpatizantes congregados en la Laguna del Carpintero que no voten por el PRO,
porque este partido lo único que ha dejado a los ciudadanos es desesperanza y
corrupción, por lo que de llegar a la silla presidencial, acabará con el
caciquismo y la inseguridad.
“No hay que votar por el PRI,
porque es un partido que roba, “pero deja robar, les aseguro que no me va a
temblar la mano, vamos a terminar con la corrupción en el país”, señaló.
Dejando a un lado lo amoroso,
el candidato se fue en contra de los ex gobernadores de Tamaulipas, a quienes
acusó de ladrones y mediocres, lo cual suscitó una gran ovación de los
presentes y dijo que ellos son culpables de la situación caótica que se vive en
el país.
Sin duda que las
declaraciones calaron hondo porque puso el dedo en la llaga.
Valdría la pena averiguar qué
opina Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández de esas acusaciones
que virtió AMLO, que dicho sea de paso, no dejó títere con cabeza.
SIGUEN SOSAS
Y en cuanto a las campañas
políticas del rancho, éstas siguen igual de sosas, puras palabras huecas y
deseos de escuchar, supuestamente de los candidatos del PRI a las diputaciones
federales y a las senadurías.
Promesas de mejorar las
condiciones de vida de las familias, sin distingo de ideologías ni partidistas
es lo que ofrece, por ejemplo, la candidata al Senado, Guadalupe Flores durante
sus recorridos por los ejidos.
Advierte que de llegar al
Senado, procurará que los programas
sociales como Oportunidades no sean eliminados de la agenda social y política,
sino que, por el contrario, buscará que se fortalezcan con mayores recursos.
Por su parte, el candidato
del PRI a la diputación federal por el V Distrito, Enrique Cárdenas del
Avellano, también se la pasa dando recetas mágicas para solucionar el problema
del campo tamaulipeco y en su recorrido de ayer, dijo que el gobierno federal
mantiene una política agropecuaria burocrática, lenta y discriminatoria , por
lo que urge un cambio, que él pretende hacer desde su trinchera.
En suma, puras promesas y la
verdad, a nadie convencen con sus discursos de poca monta.
@ArmandoBerrones
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