El
extraordinario escritor uruguayo Mario Benedetti dejó para la posteridad no
solamente una obra literaria espléndida, cargada de poesía, narrativa, ensayos
y crítica, sino también una buena cantidad de reflexiones en torno a la
política.
Una de las
más conocidas dice así: Acá hay tres clases de gente: la que se mata
trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse.
Sin dejar de
lado su picardía y excelente talento literario, el maestro muchas veces fue
certero en sus comentarios sobre la política y él afirmaba que todo intelectual
o escritor debía fijar siempre una postura en torno a los acontecimientos
sociales y económicos.
Traigo a
colación el punto, porque sin duda que esta frase engloba lo que está pasando
en la actualidad en el mundo y en particular en México, en virtud de que la
irritación social por todas las terribles incongruencias de la política(desempleo,
desatención médica, inseguridad, mala educación, pobreza) está incrementando a
pasos firmes, prueba de ello son las manifestaciones estudiantiles y la
politización que muestran.
Cualquier
ciudadano medianamente informado y con criterio para auscultar el pulso
político, entiende que ya es suficiente tanta corrupción entre la clase
política, que urge un cambio de rumbo y que no de hacerse a tiempo, las
consecuencias estarán a la vista.
Insisto, hay
mucha molestia entre distintos sectores de la población, porque no hay día en
que no se descubran las transas y la complicidad de muchos empresarios y gente
de la política que se han engolosinado con los dineros del pueblo.
Ahí tiene, amable lector, los últimos informes
que se dan sobre los ex gobernadores de Tamaulipas, quienes son señalados como
presuntos responsables de una red de corrupción.
Muchos de
los aludidos podrán alegar en su defensa que están siendo utilizados, que no
hay delito que perseguir, sin embargo, se sabe que no es creíble su defensa,
por lo que ya se encuentran tramitando amparos.
Cualquiera
que sean los argumentos que se esgriman, lo cierto es que los hechos o acciones
que realizan las autoridades de la PGR, la Siedo y otras, van enderezadas a
diferentes operadores políticos que cuentan con información confidencial y
valiosa para llegar con los jefes.
NO HAY ENEMIGO
Dicen los
que saben que el líder de las izquierdas en el país, Andrés Manuel López
Obrador está capitalizando políticamente el asunto de la protesta en la
universidad Iberoamericana, al grado de que las huestes priistas están
seriamente preocupadas por el avance evidente que está teniendo su campaña.
Las
encuestas, aun amañadas, muestran que AMLO se acerca de manera importante a los
números que ofrece Peña Nieto, por lo que la clase política del tricolor deberá
hacer uso de otras formas persuasivas para que el electorado no cambie su forma
de pensar en torno a sus propuestas de cambio para el país.
Hay que
estar al pendiente de los guarismos, porque una sorpresa se puede dar.
En política,
como en la vida, no hay enemigo pequeño.
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