En el Día de
la Libertad de Expresión en el país, los comunicadores no tenemos, ciertamente,
mucho que celebrar, pues estamos convencidos de que aún falta bastante camino
por recorrer para que el ejercicio del periodismo vertical y de cara a la
sociedad sea verdaderamente efectivo.
Los
periodistas, quienes se convierten en los transmisores de la voz de pueblo,
generalmente representan un tábano que los gobiernos buscan eliminar para
ocultar sus más abyectas acciones en contra de la sociedad.
Todos
sabemos que no se tienen garantías especiales para llevar a cabo importantes
investigaciones sobre el quehacer político y social. Más aún, enfrentamos a diario serias amenazas
para el pleno ejercicio del oficio y no pocas veces somos objeto de una
política de comunicación ligada al desprecio y escarnio.
Valdría la
pena hoy retomar los valores fundamentales que rigen la actividad periodística:
objetividad, veracidad, oportunidad, pluralidad e independencia, entre otros,
los cuales, sin duda, influyen decisivamente en la conformación de sociedades
más fuertes, enteradas y sobre todo, participativas. Si los periodistas
comprometidos logramos la movilización social en temas coyunturales que impacten la conciencia ciudadana, creemos
que con ello contribuimos a mejorar el
mundo que nos rodea.
Me
congratulo de que hoy podamos expresar justamente lo que queremos en la
sociedad moderna y que no existan, al menos, límites al trabajo
profesional, esto es, gracias al avance
sustantivo y relampagueante de la tecnología y desde luego, las redes sociales,
que están penetrando de manera extraordinaria.
Insisto en
el mundo actual no hay forma de esconder fechorías, porque todo tarde o
temprano se descubre y ya los ciudadanos tenemos opciones para enterarnos de lo
que sucede.
Por
desgracia para los gobiernos autoritarios y corruptos, esto se convierte en una
desventaja, que lógicamente intentan socavar.
¡Qué viva la libertad de expresión! y que
nadie ose acotar el derecho a la información de los ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario