La clase
política del PRI en Tamaulipas está resuelta, comprometida a lograr su objetivo:
llevar a su partido al poder, cueste lo que cueste. Para eso están los
alcaldes, gobernadores, diputados, senadores y toda la cáfila de usufructuarios
del poder y el dinero para apuntalar esa consigna. No importa lo que se gaste;
lo que es necesario y en ello les lleva la vida, es reconquistar el poder
omnímodo a nivel federal. Por desgracia, todo apunta a eso, no hay muchas
trazas que nos indiquen que abortarán la misión y que habrá un golpe de timón;
sin embargo, no debemos descartarlo.
Dice la
extraordinaria académica y escritora, Denisse Dresser que con todo esto se
puede esperar lo peor del PRI, de ese instituto político que no ha eliminado
sus resabios, que sigue rodeado de gente que busca imponer sus condiciones sin
importar la flagrante violación a los más elementales derechos humanos. Señala que seguiremos viendo el PRI
clientelar, el corporativo, el que te da beneficios por goteo, el ogro
filantrópico de Paz, ese PRI dinosaúrico que no se extinguió. Ella no cree en la renovación del tricolor,
en el cambio generacional, en el PRI modernizador y me parece que atina en sus
apreciaciones.
Un botón de
muestra es que aquí en Tamaulipas ya no sólo están regalando tarjetas
telefónicas, despensas y otros trebejos, también están recogiendo credenciales
del IFE para ofertar a cambio un “dinerito”. Y la FEPADE, ni sus luces.
Paréceme que
de concretarse la victoria del PRI, las cosas en el país volverán a lo mismo: no habrá crecimiento
económico; seguirán las mismas lacras enquistadas en distintos rincones del
poder, el ciudadano seguirá siendo objeto de escarnio, habrá un retroceso
manifiesto en el país y en Tamaulipas. No veremos el empoderamiento ciudadano
tan necesario para construir sociedades mejores.
Los priistas
no han cambiado, por el contrario, se han vuelto más cazurros, retobados e
intolerantes. No esperemos, amable lector, muchos avances con los integrantes
del Revolucionario Institucional si llegan a quedarse en Los Pinos. Más aún, se
estima que de ganar el PRI, tendrán en su poder las 2 cámaras del Congreso…
¿Qué más querrán tener?
Este 1 de
julio, debemos salir a votar con la conciencia tranquila, la información
documental a la mano y con el espíritu democrático. La decisión será nuestra.
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