Ante el
inminente inicio de la contienda electoral, muchos son los aspectos que se
deben considerar para lograr una ciudadanía activa y propositiva, pues los
abanderados partidistas fueron seleccionados para defender intereses de grupos
políticos y alejados de las necesidades sociales. Urge, por tanto, establecer
líneas de acción para ponerle cuidado extremo a quienes mandan a la lucha
electoral.
Como
ciudadanos podemos empezar nuestro titánico trabajo con exigirles cuentas
claras y posturas firmes en torno a los temas torales y que ahogan los buenos
deseos de progreso social y material: Inseguridad, desempleo, pobreza, nulo
crecimiento económico, educación deficiente, servicios de salud de economía de
guerra, esto es, infames e insuficientes.
A los
candidatos a las alcaldías, por lo menos
de los 7 municipios de Tamaulipas, quienes ya fueron a registrarse, debemos
formularles preguntas concretas sobre su desempeño hasta ahora en la vida
pública.
¿Conocen a fondo los problemas que enfrentan
los municipios o sólo los ven de lejecitos? ¿Han trabajado por el bien de los
ciudadanos o sólo se han servido de él para lograr fines políticos? ¿Son precandidatos surgidos desde abajo o
ungidos o impuestos desde arriba por caprichos del PODER? ¿Qué postura tienen en torno a la
transparencia? ¿Su vida política está
libre de cuestionamientos por exacción o desvío de recursos públicos? ¿Alguna vez han rendido cuentas de sus actos
a la sociedad que representan y a la cual deben servir?
¿Los
candidatos de cualquier corriente ideológica partidista son personas
honorables, que han trabajo por mejorar la vida ciudadana o únicamente se han
engolosinado en sus cargos anteriores, gozando de los privilegios que
conllevan?
¿Conocen los
conceptos de justicia social, equidad y respeto a los derechos humanos?
Estos son
algunos de los elementos básicos y que todo futuro votante debe ponderar al
momento de emitir su sufragio el próximo 7 de julio. Incontestablemente que
habrá muchos que ni por asomo motivarán al ciudadano a votar por sus
propuestas, pues el pasado los persigue y perseguirá inclemente y ante esto,
tendrán que retorcerse de coraje y frustración.
La
conciencia crítica es lo que podría inclinar la balanza no hacia un partido en
particular, sino hacia los intereses de los ciudadanos, que finalmente son
quienes importan en toda la acción de gobierno.
El poder
atrincherado es astuto, habrá que irle poniendo un acotamiento… ya.
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