Armando Berrones
El Centro de Investigación
para el Desarrollo (CIDAC) acaba de presentar algunos números sobre la
situación de
22 estados que reprueban en
los contenidos de cinco leyes que son pilares del gasto público: Contabilidad
Gubernamental, Coordinación Fiscal, Deuda Pública, Fiscalización y
Transparencia.
Señala el estudio que estas
entidades cuentan con marcos legales ineficientes y de poco músculo, lo que
propicia la corrupción galopante. De ahí que los gobernadores o tlatoanis
pongan y dispongan de los presupuestos, gastando en cosas que no son
estrictamente necesarias.
Para el autor de este
análisis, Marco Cancino, es indispensable mejorar la normatividad en aras de
obligar a los responsables de la administración pública a eficientar sus
esquemas fiscales, recaudatorios y
particularmente evitar los superfluos gastos que a la postre perjudican a la
población. Quienes conocemos el tema, siempre hemos expresado nuestro
desacuerdo porque los gobernantes no priorizan el gasto, sólo se la pasan
pagando facturas y deudas de otros.
Añade Cancino que el Ranking
de Normatividad Estatal del Gasto Público, elaborado a partir del estudio,
evidenció que la calificación promedio del análisis de las cinco leyes ubicó a
Nuevo León en el lugar 18, mientras que Jalisco está en el 12 y el Estado de
México en el 23. Y los otros 9 estados, puntualiza, apenas lograron una
calificación de 60, la aprobatoria.
A lo anterior, hay que
agregar el tema de la transparencia y rendición de cuentas que Tamaulipas debe
tener como un gran valor democrático y que sin embargo, brilla por su ausencia.
Es urgente que se clarifique
en qué se gastan los dineros de los tamaulipecos porque la desconfianza es
atroz y nadie puede decir con absoluta certeza que se tiene la información
detallada al respecto.
A propósito, el diputado
panista, Manglio Murillo ha sido muy directo: dice que mientras el gobierno
estatal no transparente sus acciones, se seguirá pensando que se está haciendo
una muy mala administración de los recursos.
Considera que es necesario
que cada peso que se autoriza para el gasto sea señalado o etiquetado con todo
rigor, porque no se puede estar
“enfriando a Victoria en las suburbans”.
Y agrega: “ si se va a pedir
100 pesos, dime en ¿qué lo vas a gastar, en 100 lámparas, 100 motores, en qué?
A EMITIR DEUDA
Por su parte, el Centro de
Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, dijo ayer
que la eliminación de la tenencia en 2012 ocasionará que los estados tengan que
ajustar el gasto o recurrir a la emisión de deuda.
Expone que sería el
establecimiento de nuevos impuestos locales. “Quizá de índole ecológico, a la
gasolina o impuestos especiales de carácter local”, los que ayudarían a evitar
un colapso en las finanzas gubernamentales.
Dice que ante la desaparición
de la tenencia federal, 15 entidades han adoptado ya un impuesto local a la
tenencia vehicular en sus sistemas tributarios. Los demás estados y el DF
tienen hasta el 31 de diciembre de 2011 para legislar esa facultad.
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