La escisión entre el PRI y el
PANAL tiene diversas aristas que nos motivan a considerar, más aún, pensar en
cuál fue la razón suprema para que se diera.
La primera es, quizá, el
deseo de las huestes priistas de eliminar el lastre que hasta cierto punto
representa la maestra, con sus familiares que a toda costa quieren tener
posiciones políticas y para ello, la lideresa se pinta sola.
Y es que como se sabe,
aquellos partidos que le hacen ronda a los grandes buscan por supuesto sacar la
mayor raja política en la contienda electoral.. y con el candidato presidencial
del PRI, la maestra Elba Esther Gordillo se está topando con pared. Hasta donde
se sabe, el PRI no quiso dar más posiciones de las que consideraba adecuadas;
en consecuencia, cortó por lo sano.
La maestra quería imponer a
su hija Mónica Arriola Gordillo para una senaduría por Chiapas y además tener
su yerno, Fernando González, en Sinaloa, cosa que el tricolor no aceptó… ante
tal panorama, la lideresa ahora está lista para tomar sus trebejos y buscar
nuevos horizontes electorales.
En segunda, hay que decir que
la Elba Esther Gordillo, quien representa al sindicato de maestros más poderoso
e importante de América Latina, ahora está tratando de trabajar de la mano, con
quien en su momento, representó una enemiga y no obstante, tiene amplias
posibilidades de ser la candidata del PAN a la presidencia, Josefina Vázquez
Mota.
Se dice que después de la
ruptura con el tricolor, la maestra comienza a coquetear y limar asperezas con
la ex secretaria de Educación.
Hay que estar al pendiente,
porque seguramente en los próximos días se dará un acercamiento formal para
buscar alianzas con el PAN y eso significará para el PRI la pérdida de
alrededor de un millón y medio de votos para el primero de julio. En Tamaulipas, se estima alrededor de 350 mil
votos.
La efervescencia continúa y
los dirigentes invisibles comienzan a mover sus piezas para alcanzar la
victoria en los próximos comicios federales.
MÁS LIBERTAD
El presidente de la Comisión
de Energía del Senado, Francisco Labastida Ochoa, señaló que con la ruptura de
Nueva Alianza, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tendrá autonomía
para la realización de la reforma educativa.
Señala que la decisión sobre
la separación es asunto directo del líder nacional Pedro Joaquín Coldwell, así
como del ex gobernador de Estado de México, Enrique Peña Nieto.
“Algunas gentes dimos
opiniones sobre ello pero, pero las decisiones son fundamentalmente de ellos
dos”, menciona.
Para el senador del PRI, el
perder el apoyo del Panal se manifiesta en más libertad, así como no tener
conflictos internos y se pueda ganar de cara a las elecciones del 1 de julio.
“No somos los conservadores
los que influimos en la ruptura, yo creo que somos más bien los que queremos
junto con Enrique una reforma de fondo”, agrega.
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