En su visita
a Tamaulipas, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José
Narro Robles fue claro en sus conceptos y mejor en sus propuestas, pues dijo
que es necesario cambiar el modelo de desarrollo en el país a fin de generar
mejores condiciones de bienestar entre las familias.
Tras
escuchar la intervención del presidente de la Junta de Coordinación Política
del Congreso del Estado, Gustavo Torres Salinas, quien le agradeció su
presencia en la entidad, sostuvo que por desgracia existe en México más de 32
millones de habitantes que viven en condición de rezago educativo, mientras que
5.5 millones de jóvenes de más de 15 años son analfabetos, 10 millones de
mexicanos no cuentan con estudios de primaria y 16 millones no cursaron la
secundaria.
Lastimosas
sin duda las cifras que presentó el doctor Narro al propio pleno del Congreso y
teniendo como testigo de honor al gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú.
El académico
fue muy claro en su ponencia denominada Educación y Universidades Públicas en
el siglo XX y sostuvo que es urgente una Reforma Educativa Integral que lleve
implícita elementos de alta trascendencia como la equidad, la calidad,
cobertura universal y particularmente la pertinencia en relación con el mercado
laboral y conforme a las necesidades de las propias empresas privadas, porque
está claro que de nada sirve educar, si esta acción no viene aparejada de
mejores salarios y un futuro promisorio.
Al casi
término de su participación, Narro Robles puntualizó que a México le va a ir
bien cuando tenga una mejor educación superior, se tracen buenas políticas públicas,
se invierta más y se involucre a los
ciudadanos de manera especial, pues está dicho que la alta marginalidad sigue
cobrando factura.
“La educación es un derecho social, al que
lamentablemente millones de mexicanos no tienen acceso, aun hoy, en la llamada
era del conocimiento”.
De lo
anterior, cabría hacer algunas preguntas, porque me queda claro que lo que
expuso el doctor Narro abarca a nuestra entidad.
¿De esos 32
millones de habitantes que en su reporte más reciente el CONEVAL difundió y que
carecen de la más elemental educación en México, pertenecen a Tamaulipas? ¿Cuántas personas han podido estudiar un
bachillerato? ¿Qué porcentaje de cobertura educativa tenemos? ¿Existe la
calidad? ¿Hay pertinencia y equidad en consonancia con el mercado laboral?
Hasta donde este que escribe conoce, nada de eso se puede presumir, antes bien,
criticar porque todos sabemos que la
educación está secuestrada por un grupo de bribones que sólo ven por sus
intereses más mezquinos. No son todos, claro está, pero creo que el porcentaje
es muy alto y los que faltan están a punto de convertirse en cómplices por
omisión.
No hay
autoridad que les ponga un alto, están esclavizados a lo que estos
deschavetados y chantajistas les digan. La
mediocridad se ve por doquier. Me he encontrado personas que con grado de
doctor son unos burrancos y escriben con las pezuñas, al confundir la magnesia
con la gimnasia. ¿Esa es la educación que se ofrece en Tamaulipas y en México?
Bien decía
Confucio: Donde hay educación, no hay distinción de clases.
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