martes, 19 de junio de 2012

IMPUNIDAD POLÍTICA




No se hace mucho leí en un libro una frase que se adapta perfectamente al juego político en el que participan numerosos contendientes y que pone a nuestro país como uno de los más descarnados y ruines en materia de derechos humanos y en especial evidencia la depredación y abuso de autoridad de algunos políticos.
La frase, tan contundente como ampliamente perturbadora, ofrece un diagnóstico fiel de la realidad que viven muchos mexicanos y particularmente los tamaulipecos, que observamos cómo la clase política y empresarial intimidatoria y prepotente se conduce.  “México es un país de intereses, no de ciudadanos”.
Dirá usted amable lector o lectora, a qué viene ese comentario y le diré que estoy profundamente disgustado por las injusticias y la conculcación de los derechos laborales que vivimos cotidianamente y que ahora se trata del caso de una empleada de la Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas (UPYSSET) Claudia Lizbeth Charles Álvarez, quien fue despedida por la directora de la dependencia,  Lourdes Benavides Hinojosa  cuando se enteró de que tenía seis meses de gravidez.
Por dondequiera que se le mire, no hay motivo razonable para proceder de esa manera, sobre todo que la persona estaba cumpliendo con su horario de trabajo.
De conformidad con la versión de la denunciante, la jefa del departamento litigioso, Gabriela Gómez García y el director jurídico del organismo de manera amañada y pretextando bajo rendimiento laboral exigieron su despido.
La afectada en su defensa expuso que es lamentable el acoso y los malos tratos que ha enfrentado en la dependencia, pues en días pasados sin pretextar motivo, le pidieron que pasara a firmar su renuncia.  Asegura que buscará hablar con el gobernador del estado, Egidio Torre Cantú para que le ayude a resolver esta situación a todas luces rechazable.
 “Saben que mi embarazo es de alto riesgo, que estoy incapacitada, que he estado hospitalizada y por esa razón es que me están despidiendo, por bajo rendimiento, cuando yo viajaba a diferentes ciudades, y ahora ya no lo estoy haciendo. Se me hace injusto, le estoy pidiendo al señor gobernador su intervención, no es justo, porque están discriminando a una mujer embarazada”, sostuvo Claudia Lizbeth Charles Álvarez.

El súmmun del asunto es que no es el único, pues ya se registró incluso un fallecimiento de un empleado en la dependencia a consecuencia de las presiones laborales que resentía y sobre todo, la carga de trabajo inexplicable a la que se le sometía.
“Un compañero falleció por presiones laborales, le decía que lo despedirían, iba de comisión a comisión sin descansar y tuvo un accidente automovilístico en el que falleció, pero todo partió de ese acoso para el despido”, expresó la indignada mujer.
Ojalá que esta mujer sea recibida por el mandatario estatal y le ayude a proteger sus derechos más elementales, porque ya basta de inequidades.  No cree usted?



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