Armando Berrones
Con el inminente inicio de las campañas políticas en Tamaulipas que permitirán renovar el Congreso Local, al estar en juego las 22 diputaciones locales de mayoría relativa y 14 de representación proporcional, valdría la pena hacer algunas reflexiones que los aspirantes a una curul deberán plantearse de aquí al 2 de junio, fecha clave para el voto ciudadano.
Sin duda que la contienda será entre las 2 fuerzas más importantes hasta el momento: las huestes panistas y los nuevos integrantes de esa fuerza avasallante en que se pretende erigir el partido Morena, ya que el PRI es un cadáver insepulto, producto de la rapiña descarada y su estela de corrupción de sus militantes, que es fecha que mantiene de hinojos a la entidad.
Está más que claro que intentarán (MORENA) bajo los mejores augurios y sus deseos irrefrenables, de asumir una posición estratégica-política que lo vaya catapultando a mejores estadios, aparejado al logro histórico que alcanzaron el año pasado en la Primera Magistratura del País.
La cúpula panista estatal está barajando sus mejores cartas para hacer frente a los arietes que presenten los morenistas en el estado. Es evidente que el trabajo de la actual gobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca será crucial para reforzar la creencia ciudadana de que se están haciendo las cosas bien en Tamaulipas, sin embargo, es menester referir que falta demasiado trabajo por delante y los números en materia de seguridad e inversiones hablan por sí solos.
La clase política del PAN deberá articular mejores acciones ciudadanas, las cuales precisan contemplar valores fundamentales en el ejercicio de gobernar y particularmente, convencer de que serán la mejor opción para el Congreso. Considero que sus cuadros políticos deberán contar con el perfil adecuado en la solución de los problemas que aquejan a los ciudadanos; hacerse rodear de gente que aporte y sume al proyecto y plataforma política y no que sean arribistas metalizados. Que las acciones prometidas vean su complemento en hechos, no solamente en palabras vacuas, sin sustento; en este contexto, hablamos de un término que en política es vital: Congruencia. Si los militantes de este organismo político sostienen este valor, seguramente lograrán la victoria el próximo junio. A esto cabe añadir que otro elemento que va de la mano y cuya envergadura es aún mayor: Credibilidad. Esto es, evitar al máximo el engaño, las dobleces, ya que a la postre, esto irá a contrapelo de las aspiraciones de los candidatos. Valga insistir en que el cumplimiento de los compromisos de campaña debe ser condición sine qua non para posicionar la divisa azul en el imaginario colectivo. Si se omiten estos dos aspectos en las campañas políticas, los resultados serán desastrosos.
Por último, una más de las reflexiones que hago en torno al proceso electoral es, adicionalmente, definir una estrategia política que documente con números y hechos tangibles que se ha logrado en todos los rubros prioritarios del Estado como la educación, salud, economía y en qué se va a mejorar una vez que se concrete la asunción del compromiso… es indispensable ser puntual.
En una democracia el saber administrar los desacuerdos que subyacen entre las fuerzas políticas es de especial relevancia para avanzar en el ejercicio del poder encaminado al ciudadano.
twitter: ArmandoBerrones
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